Periodista venezolana residenciada en Argentina
Ahora, la comunidad haitiana en Chile y Argentina puede enviar remesas o recargar el celular de sus seres queridos con pocos clicks dentro de la App de Remitee. Además, hasta fines de octubre las remesas hacia el país caribeño estarán libres de comisión.
Sergio Saravia, fundador y CEO de Remitee, aún recuerda cuando su padre tomaba el autobús para ir hasta la sede de la empresa de remesas más cercana a hacerle un envío de dinero a su familia en Cochabamba. Él, nacido en la Patagonia argentina e hijo de humildes inmigrantes bolivianos, conoce de primera mano las dificultades que acompañan el día a día del extranjero.
“La vida del migrante es muy sacrificada. Entonces, cuando haces un sacrificio más, dices ‘bueno, es parte de mi vida’, porque lo tienes muy internalizado. Pero no tiene que ser siempre así”, cuenta convencido. Por eso, luego de trabajar durante 8 años en la compañía de remesas más grande del mundo y ver las falencias del sistema, así como también todas las oportunidades de mejora posibles, decidió renunciar y crear un servicio de remesas capaz de ayudar a los migrantes a tener una mayor calidad de vida y aprovechar mejor su tiempo.
Así, junto al chileno Eduardo Hamel, a quien había conocido en una maestría del Instituto Tecnológico de Massachusetts en Estados Unidos, diseñaron una nueva y más sencilla forma de enviar dinero al extranjero: a través de una aplicación del celular a la que llamaron Remitee.
Hoy, después de ofrecer el servicio desde Chile y Argentina a más de 20 países de América Latina, lograron llegar a Haití, un país que venía solicitando la apertura de este corredor desde hace ya varios años. “¿Y Haití?”, “¿Tienen sucursales en Haití?”, “¿Haití cuándo?”, consultaban con frecuencia en el WhatsApp de soporte al cliente y en las redes sociales de la empresa.
— ¿Qué significa la llegada de Remitee a Haití?
— Sergio Saravia, CEO y cofundador. ¡Un gran logro! Hasta ahora no habíamos podido establecer una relación sólida con un prestador en Haití que nos permitiera, por un lado, hacer llegar el dinero, y por el otro, dar respuestas inmediatas en caso de que se presentaran inconvenientes. Finalmente, este año cerramos un acuerdo directo con uno de los tres bancos más importantes de Haití, que es capaz de hacer acreditaciones en todas las cuentas del sistema financiero haitiano. Hoy sí sentimos que podemos entregar un servicio de calidad que corresponde con el propósito de Remitee: hacerle la vida más fácil a las personas migrantes.
Libre de comisión por 30 días
La inauguración del corredor, el mes pasado, coincidió con dos acontecimientos que afectaron profundamente la isla: el terremoto de magnitud 7,2 en la escala de Richter, ocurrido el 14 de agosto, y el paso de la tormenta tropical Grace, que provocó inundaciones en zonas perjudicadas por el terremoto. Esta situación los impulsó a liberar de comisión durante el mes de septiembre y octubre todos los envíos que se hicieran a Haití a través de la App de Remitee, como una manera de brindar su apoyo.
“En mi caso, este evento trágico me hizo revivir una serie de sentimientos respecto de cómo había partido la historia del vínculo migratorio entre Haití y Chile”, señala Hamel, refiriéndose al terremoto que devastó la isla en 2010, y a raíz del cual el gobierno chileno envió ayuda humanitaria que, eventualmente, daría paso a familias interculturales. Incluso, en 2018 el gobierno de Chile habilitó visas para la Reunificación Familiar, que permitieron el ingreso regular de migrantes haitianos a su territorio.
“De alguna manera, queremos acompañar las necesidades de la comunidad haitiana, especialmente en la coyuntura actual”, agrega Saravia. “Más allá de que funcione bien la aplicación y que el dinero se acredite rápidamente, nuestro objetivo es conseguir que la transacción sea conveniente en términos económicos para el migrante. Estamos convencidos de que, a la larga, las remesas de dinero pueden ser gratis, sin comisión”.
— ¿Y esto cómo se podría sostener?
— Saravia. En el futuro, no van a existir remesas de dinero, sino consumos y pagos directos, porque la remesa de dinero no es la necesidad final que quieren resolver los migrantes. La necesidad de fondo es poder pagar un producto o servicio en otro país. Es decir, cuando le mandas un dinero a tu mamá, ella no lo guarda bajo el colchón, sino que lo gasta para comprar comida, pagar la luz, cargar el celular, etcétera. Al entender eso, decidimos agregar a la aplicación de Remitee la posibilidad de hacer recargas telefónicas a Haití y también a otros países. Eso permite dos cosas: primero, que aunque no puedas mandar 5 dólares de remesas por ser un monto chico, por ejemplo, sí puedas hacer recargas de celular por ese monto. Y segundo, gracias al acuerdo que generamos con las compañías telefónicas podemos ahorrarle la comisión a nuestros clientes, no se la cobramos. En esa construcción del servicio de pagos directos, nosotros vemos la oportunidad de hacer las remesas mucho más baratas de lo que ya las estamos haciendo o incluso lograr que sean gratis. Eso queremos lograr.
Dato destacado
| Comisiones mundiales ¡muy altas! Según cifras del Banco Mundial, en 2020 el costo promedio mundial de enviar 200 dólares de remesas fue de 6,5%, una comisión que duplica la meta de 3% establecida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. |
Remesas vitales
Para Haití, las remesas son determinantes. De acuerdo con cifras del Banco Interamericano de Desarrollo, el dinero que enviaron los migrantes haitianos en 2020 representó 38,5% de su Producto Interno Bruto. De hecho, el país caribeño es el primer receptor de remesas del mundo, por encima de Honduras y El Salvador, donde las remesas equivalen al 21,5% y 20,9%, respectivamente, del PIB.
Por eso, para la comunidad haitiana es fundamental acceder a corredores que le ofrezcan comisiones bajas, porque implica lograr que el dinero que mandan llegue lo más íntegro posible al bolsillo de sus seres queridos.
— ¿Qué porcentaje manejará el corredor de Remitee en Haití una vez que pase el período exento de comisión?
— Eduardo Hamel, director comercial y cofundador de Remitee. Desde el inicio, decidimos alinearnos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que dicen que el promedio de las remesas tiene que estar por debajo del 3% y que el corredor más caro tiene que estar por debajo de 5%. En nuestro caso, todas las comisiones que cobramos están entre 2% y 3%.
La empatía de ser migrante
Al convertirnos en migrantes, casi sin darnos cuenta surge una especie de “escala de confianza”, un hilo invisible que nos lleva a buscar apoyo, primero, en algún compatriota, luego en otros migrantes y, posteriormente, en ciudadanos del país al que llegamos. ¿Qué podría unirnos? La empatía, el estar atravesando, de alguna manera u otra, situaciones similares o que al menos podemos llegar a comprender mejor aunque no las hayamos vivido. Todos estamos en una tierra desconocida.
Saravia y Hamel lo saben. Ellos mismos lo experimentaron mientras estudiaron juntos en Estados Unidos, donde armaron un círculo de amigos conformado mayormente por extranjeros: latinos, pero también asiáticos y africanos.
— ¿Por eso el equipo de soporte de Remitee está conformado por migrantes?
— Saravia. Sí, no es casual que contemos con personas de Venezuela, Perú, Bolivia, Senegal y Haití en el equipo. Para nosotros es súper importante que todos los miembros de soporte sean personas migrantes y usuarios de Remitee. Eso les da mucho entendimiento de las necesidades de los migrantes, de modo que, cuando un cliente manifiesta un inconveniente, ellos rápidamente saben cómo responder porque también usan el servicio. Y además, les da empatía con esa sensación de impotencia y angustia que uno puede llegar a sentir cuando quiere hacer algo que lo beneficia, pero no sabe cómo o no puede hacerlo. Cuando la persona que te atiende conoce ese mismo sentimiento, puede darte una mejor respuesta a tu problema, entenderte y contenerte mejor que aquel que no lo ha vivido. Se trata de ir más allá de la transacción, de trabajar con y para personas.
En Chile, viven más de 182 mil haitianos, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas de Chile y el Departamento de Extranjería y Migración.
